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Foto del escritorJack Goldstein

Mohamed Amin al-Huseini, Gran Mufti de Jerusalem y aliado de Hitler




Uno de los argumentos más usuales entre los parciales de la causa palestina (cuando quieren reconocer los hechos de la Shoa) es decir que el pueblo palestino no tuvo nada que ver con los acontecimientos en la Europa de la Segunda Guerra Mundial, y menos aún con el exterminio de judíos. Por ende, argumentan, no debieran pagar justos por pecadores. Cautivador argumento, pero falso. Acá les comparto brevemente la historia del Gran Mufti y sus brigadas musulmanas nazis. Este macabro personaje cometió tantos errores en su vida y contra su propia causa que, de no ser el antisemita que fue, bien mereciera de nuestra parte un premio por su aporte indirecto al Sionismo y a la fundación del Estado de Israel.

Cuando en los Balcanes los nazis empiezan a verse perdidos, pero los clérigos musulmanes aún no autorizaban a sus comunidades a unirse en la defensa del Tercer Reich en contra de los serbios, es el mismo Mufti quien los convence de ignorar a esos líderes y conforma la 13 División de Montaña de Handzar, en Banja Luka

El Sheikh Mohamed Amin al Huseini, descendiente de una adinerada familia de terratenientes de Jerusalem, fue inicialmente un aliado de los ingleses mientras Palestina hacía parte del Imperio Otomano. Su cambio radical se dio como resultado de la Declaración Balfour y desde entonces asumió una decidida posición contraria a cualquier inmigración judía. Nombrado Gran Mufti de Jerusalem a los 26 años por Sir Herbert Samuel, comenzó inmediatamente a proponer, en sus propias palabras, una política de matar judíos donde se los encontrase.

Dentro de los muchos errores estratégicos de los palestinos, fue apoyar inmediatamente a Hitler y su política antisemita. El Mufti, en su envenenado antisemitismo, no entendió que mientras más poder tenía Hitler, más presión se generaba por incrementar la Aliya y mayor se hacía la presencia judía en Palestina. Su segundo error fue instigar un boycott contra el Imperio Británico y, desde 1936, a raíz de la publicación de las conclusiones de la Comisión Peel que proponía la partición de Palestina en dos estados, liderar una guerra de guerrillas en contra del Mandato.

Su tercer error se dio en 1939 cuando los ingleses le propusieron frenar la inmigración judía y recibir la promesa de un estado soberano para 1949 a cambio de suspender sus ataques y permitir a los ingleses controlar tranquilamente el Canal de Suez. Pero para ese entonces su alianza con Hitler ya lo tenía del otro bando y prefirió seguir con su idea de eliminar judíos a asegurarse su Palestina soñada (tema que, por ejemplo, aún impera entre los seguidores de Hamas).


En consecuencia, en 1937, los ingleses lo cesan de su cargo y él se esconde en Haram al Sharif. De ahí escapa a Siria y luego a Iraq donde conspira en el fatídico pogrom de 1941 contra la numerosa comunidad judía, cosa que a su vez generó más Aliya. Ese mismo año logra viajar a Italia y finalmente llega en el mes de noviembre a Alemania donde se relaciona con Himler. Con el apoyo nazi comienza a transmitir radialmente su envenenado discurso dirigido a los árabes del Medio Oriente.


Cuando en los Balcanes los nazis empiezan a verse perdidos, pero los clérigos musulmanes aún no autorizaban a sus comunidades a unirse en la defensa del Tercer Reich en contra de los serbios, es el mismo Mufti quien los convence de ignorar a esos líderes y conforma la 13 División de Montaña de Handzar, en Banja Luka. Es así como el Mufti pasa a la historia como el creador del ejercito musulmán nazi. Desde su nueva posición militar, escribió numerosas cartas a líderes europeos con el fin de convencerlos de frenar cualquier intento de Aliya por parte de las comunidades aún existente en el continente, y proponerles redireccionar esa población judía a los campos en Polonia. Entre otras genialidades, pidió bombardear Tel Aviv, cosa que el mismo Goering reusó hacer. La historia dice que solamente en una ocasión Hitler le concedió audiencia, pero en sus memorias, el Mufti confiesa haber estado al tanto del desarrollo de la Shoa, con lo cual su complicidad en el Holocausto queda evidente.


El día después de la derrota alemana en la guerra, escapa a París, pero en 1946 es enviado a comparecer ante los Tribunales de Nuremberg donde, por falta de evidencias, no fue condenado. Pide asilo político en Egipto y finalmente muere en 1974 en Beirut. Para ese entonces, el liderazgo de la causa palestina estaba ya en manos de su primo, un tal Yasser Arafat.


Además de las fotos, les comparto a continuación dos videos poco conocidos sobre este personaje y su relación con los nazis.



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