top of page

Deportado injustamente

Foto del escritor: Jack GoldsteinJack Goldstein



De hace tres años, traigo esta nota, parte de los artículos relacionados con la comunidad judía de Abayudaya en Uganda, que tuve el gusto de visitar a finlaes de 2017. Tomó dos años para que esta historia tuviera final feliz. Con Yehuda seguimos chateando con alguna frecuencia. Es bonito ver cómo él ha ido construyendo su comunidad, contra viento y marea.


Próximamente, Yehuda viajaría para participar en un curso de tres meses en un yeshivá conservadora y realizaría así su sueño de visitar Israel, 10 años después de su conversión. Pero la historia, al menos por ahora, no tiene final feliz.

Tengo un amigo en Kenya. Su nombre es Yehuda Kimani. No lo conozco personalmente, pero somos amigos de Facebook desde hace unos meses. Hemos chateado cortos mensajes, pero siempre muy amables. Nos “conocimos” porque en común tenemos a la comunidad de Abayudaya en Mbale (Uganda) y la comunidad satelital de MAROM-Uganda en Kampala. El es miembro de esa comunidad y yo los visitaría durante el viaje del que escribí recientemente.

Yehuda me contaba de lo feliz que estaba porque finalmente había recibido su visa a Israel. Había sido aprobada y firmada por el mismo embajador de en Nairobi, quien había convalidado la información suministrada tanto con la yeshivá como con la patrocinadora de su viaje (una jueza que conoce a Yehuda desde hace más de un año y quien no solo le daría posada y pagaría el viaje de ida y vuelta, sino quien estaría dispuesta a depositar una fianza para garantizar el retorno de Yehuda a Kenya). Próximamente, Yehuda viajaría para participar en un curso de tres meses en un yeshivá conservadora y realizaría así su sueño de visitar Israel, 10 años después de su conversión.

Pero la historia, al menos por ahora, no tiene final feliz. Mientras yo estaba en Uganda encendiendo junto con la comunidad de Abayaduya la última vela de Januká, él escribía que había sido deportado al llegar a Ben Gurion. Los motivos son bizarros y tibios.

Para no alargarme más, acá les comparto copia de algnos de los documentos que relatan esta triste historia: la carta en que certifican que ha sido aceptado al curso, la carta de su comunidad firmada por el rabino Gershom Sizumu certificando su membresía, la carta de la jueza Justin Philips, el lamentable sello de rechazo en su pasaporte, y la desalentadora carta que recibió por parte de la Sojnut). Quienes quieran conocer otros detalles y artículos pertinentes, los invito a leer éste del Jerusalem Post sobre el acalorado y desafortunado debate que se dio en la Kneset a raíz de este caso. 

Somos varios en el mundo quienes queremos ver a Yehuda poder atender el próximo curso en la yeshivá masortí. Somos muchos más los que estamos seguros de que el caso se resolverá positivamente y no quedará duda que no hubo nada de racismo en la deportación de Yehuda y que se trate simplemente de un desafortunado lio burocrático (y bajo racismo me refiero no solo al tema de su raza, sino al concepto más amplio que perjudicar a solicitantes de comunidades no ortodoxas). Y somos aún más quienes queremos ver un Israel amplio, donde este caso no le genere problemas a aplicantes de otras comunidades, de otras latitudes, e indiferentemente de si son reformistas, reconstruccionistas, conservadores u ortodoxos.





124 visualizaciones0 comentarios

Comentarios


Wrecking Ball to the Middle East Status Quo
The Cold War Arms Race Redux
¿Defender a quién?
Rehenes recuperados, terroristas liberados: un desafío ético
What Now Is the Goal of This War?
¿Existe algo más horrendo?
¿Qué vamos a hacer?
El insondable pozo negro del exterminio nazi
Failure for the State, Victory for the Society
The Diplomatic Whiplash of Ronald Reagan and Donald Trump
The Altneu Antisemitism: Part II
The Hostage Deal is the Price of Israel’s Failures

Artículos por categoría

comente

Comentarios

Últimas publicaciones

Caravane_Marco_Polo.jpg

Radanita (en hebreo, Radhani, רדהני) es el nombre dado a los viajeros y mercaderes judíos que dominaron el comercio entre cristianos y musulmanes entre los siglos VII al XI. La red comercial cubría la mayor parte de Europa, África del Norte, Cercano Oriente, Asia Central, parte de la India y de China. Trascendiendo en el tiempo y el espacio, los radanitas sirvieron de puente cultural entre mundos en conflicto donde pudieron moverse con facilidad, pero fueron criticados por muchos.

Todos los derechos reservados @valijadeapocrifos.com

bottom of page