Con amigos así, pa´qué enemigos
Por Marlene Manevich
Israel está rodeado de maravillas naturales para el deleite de los habitantes y de los turistas que suelen visitar este país. Según la biblia, el jardín del Edén quedaba cerca y por una falta de sentido común de una mujer con aparente sentido común, perdimos la oportunidad de seguir habitando el paraíso. Ahora debemos cuidar este territorio para que los vecinos no nos ataquen y lo destruyan. Lástima que por ese motivo, se ha bajado considerablemente la afluencia de turistas a esta mágica tierra.
Así como está rodeado de maravillas naturales, también está rodeado de enemigos que nos quieren impedir disfrutar de estas maravillas.
En este momento Israel está librando una guerra con 7 frentes. Algo fuera de lo común. Rodeado de enemigos por todas partes, norte sur, oriente, occidente, atacan por cielo, mar y tierra. Esto, sumado a los enemigos internos; hay muchos palestinos que han adoptado la ciudadanía israelí y son parte de la milicia palestina. Los hay buenos con altos cargos, pero no son la mayoría. Hay incluso algunos que han recibido la ciudadanía israelí y se venden como espías pasando información secreta. Pero eso no es todo. Hay enemigos en la prensa, en las redes sociales, en gobiernos de otros países, en las calles donde hay manifestaciones pro palestinas en otros países.
Esos son una parte de los enemigos que abogan para destruir el estado judío con el que soñó Hertzl, pero hay más, los enemigos más acérrimos están dentro de nuestro propio pueblo
Judíos antisemitas y/o antisionistas, suena raro el término, pero aunque incongruente, es real. Hay iraníes judíos que atacan a Israel, no sé si por miedo o por convicción, pero son fieles al régimen de los Ayatolas. Se han asimilado a la cultura de ese país y tal vez por temor a las represalias que tome el gobierno, agreden con sus opiniones a Israel.
Los judíos religiosos de Naturei Karta, son antisionistas. Cuesta creerlo. También los hay ultra religiosos que habitan esta tierra y aunque están parados en ella, niegan su existencia, además de que apoyan al enemigo. Hasta portan banderas palestinas. Me pregunto cómo puede un judío no estar de acuerdo con la existencia del Estado de Israel, cuando es parte de su propia existencia. Por eso la famosa frase de soy judío, pero no soy sionista, esta mandada a recoger. El judío que vive en la diáspora y no quiere a Israel, es un judío renegado.
La prensa es otro enemigo que sin saber por qué, tiene preferencias por el otro bando. Seguro que hay oscuros intereses. En las redes sociales, aunque hay algunos amigos, se encuentran unos comentarios llenos de ignorancia y carentes de sentido. Son comentarios apoyados en la ignorancia y un odio acérrimo al pueblo judío sin mucho fundamento. Y ruedan por las redes haciendo daño y defendiendo una causa que no es justa, pero que muchos se empeñan en defender. Cómo puede ser justo el que hace daño al prójimo? Hubo una matanza y un sufrimiento terrible el 7 de octubre, pero con la fuerte respuesta de Israel, la gente se quedó con la idea de que los malos son los que se defienden. Los salvajes que entraron a atacar a la población israelí que estaba durmiendo, pasaron a ser los buenos de la película, los indefensos que se prestan como escudos humanos para encubrir las fechorías de estos matones. Mientras los civiles israelíes corren a resguardarse en los refugios cuando suena la alarma, los palestinos viven en casas con depósitos de armas en los sótanos e incluso en los cuartos donde duermen sus hijos. Debajo de las ciudades, en los túneles, se han encontrado millones de armas. El dinero que les daban para que los gazatíes, que tantos apoyan, tuvieran una vida digna, lo han utilizado en armamento. Es una diferencia de pensamiento que no alcanzan a diferenciar los que tienen un odio acérrimo e infundado por el pueblo judío.
El papa que se supone es una figura mediadora de la paz, parece haber tomado partido refiriéndose con tristeza a los palestinos caídos, pero en ningún momento ha mencionado siquiera a las víctimas que padecieron la masacre del 7 de octubre. Esos no producen lástima, ni compasión.
Las instituciones femeninas que abogan por los derechos de la mujer, han pasado por alto el maltrato que han recibido las mujeres israelíes.
La ONU, que fue creada como una institución mediadora de la paz y la justicia entre los países, representada por su secretario, abiertamente antisemita, ha tomado partido en esta guerra, tildando a este pequeño país de ser un estado genocida, cuando lo que está haciendo es limpiando este territorio de los grupos terroristas más tenidos de los últimos tiempos, por el bien de la humanidad. Esto, sacrificando a una gran parte de la población joven, a esos bellos soldados que empuñan las armas con orgullo y valor, por la defensa de esta tierra. Hay gobiernos antisemitas que expresan sus opiniones y su apoyo a las víctimas palestinas, olvidando o mejor escondiendo lo que sucedió el 7 de octubre.
No hay peor enemigo que el que sale del propio pueblo. Es tener al enemigo en casa. Recuerdo una película que vi hace rato, cuyo título era, Durmiendo con el Enemigo.
Hay algunos políticos judíos o personas que tienen altos cargos que se auto proclaman defensores de los palestinos y aunque son judíos, al menos de nacimiento, no sólo no apoyan a Israel, sino que lo agreden con sus comentarios. A veces nos alcanzamos a emocionar cuando un judío llega a un alto cargo en el gobierno de un país, pero después viene el desencanto, porque son enemigos y no amigos; en ningún momento se comportan como aliados de la causa judía. Al contrario atacan a su propia raíz de la que se derivan. Recordemos que los judíos somos minoría, sólo que siempre demostramos fortaleza y no lástima como otros pueblos.
Menos mal ese grupo de enemigos, son una minoría y son los judíos que reniegan de su judaísmo. Si supieran que, como dice un buen amigo mío, eso no sale ni con estropajo. Se podrá renegar, pero al final esos judíos que apoyan otras causas, en vez de la propia, serán tildados con vengativo dedo y ya no pertenecen ni a un bando ni al otro. Se creen muy “plays”. Son gente que tiene poder en la prensa y en los medios y podrían dar un apoyo importante a la causa judía, pero prefieren jugar en el otro bando. Con amigos así para que enemigos.
Afortunadamente no todo es color de hormiga. En medio de tanto enemigo, también hay amigos, amigos que nos apoyan porque nos quieren, porque saben que el pueblo judío es honesto y ha hecho bien a la humanidad, no como pretenden mostrarlo algunos a través de escrituras, como ese famoso libro Los Protocolos de los Sabios del Sión.
Tenemos unos buenos amigos que nos apoyan y defienden la ideología del pueblo judío. Entre ellos está Pilar Rahola, que ha arriesgado su seguridad por nuestra causa, Vicente Gil, Francisco Gil-White, han sido voceros de la causa judía en este conflicto. Oriana Falacci, que en su momento tuvo la visión de lo que sería el islamismo en el futuro, que se ha vuelto presente. La famosa Eurabia, como se refirió a Europa en su obra. Jaime Bayly, el presidente Milei, y algunos otros nombres que se me escapan en este momento, a quienes agradezco por su defensa a nuestro pueblo. Contamos también con el apoyo de Mosav Hasan Yusuf , conocido como el hijo de Hamás, que vivió desde adentro el maltrato de este grupo terrorista. Son personas pensantes e influyentes en los medios y no sólo quieren a Israel, sino que tienen una visión más justa de la realidad.
No entiendo, como hay tantos intelectuales que pueden ponerse a favor de un grupo terrorista, que sólo pretende dañar a la humanidad y gobernar bajo su credo. Cómo no entienden que en algún momento, ellos mismos serán sometidos a la causa islamista si no abrimos los ojos?
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