Cantar de los Cantares a la Dulcinea tropical
Poema apócrifo y anónimo
Para decacordio, arpa y corito celestial
"Aunque dormida no estuvo, despertar del profundo sueño Dulciena sintió;
protagonista había sido de aquellos estribillos que desconocer prefirió.
Antiheroína Kafkiana, la mariposa en crisálida se había tornado,
empero frente al espejo en Cenicienta creía haberse reflejado.
A cántaros lloraba, pues pocos por "pila" la conocían,
y su nombre de pila parece ser que no le publicarían.
Su linaje conocer creían, mas el rancio abolengo ocultado quedó,
y de todas las verdades derramadas, Narcisa esa omisión lamentó.
Despierta había estado sin ponerse a pensar
que tras la frontera de la imprudencia había ido a parar.
Despierta, aún sin saber qué tipo de café catar;
tan alelada que las saetas asesinas bien supo ignorar.
Con apresurados juramentos a una bandera que nunca amó
y sus ansias por una heredad que tampoco ella anheló
solo lograba tramar a quien, sin conocerla, víctima la creía,
fiel a esa imagen que de lustros atrás en dramatizados fingía.
De pensar y de pedir perdón pretendía Dulcinea cansada estar,
pero perdón nunca pidió y solo en reversa se atrevió a razonar.
Víctima para unos, farisea para otros, y ofensiva para nosotros.
Pocos sabían que su corazón latía por quien en otra orilla residía.
A su pibe censuraba por comentarios que afectar podían
a todos aquellos pampeños que en Macondo residían,
pero no se percataba que peor veneno de sus labios brotaba
y la seguridad de sus hermanos Dulcinea así vulneraba.
Con delirio criticaba y soluciones jamás aportaba.
mas solo su testaruda impertinencia a ella le reclamaba.
de Dulcinea cualquiera también así podía.
De modales la hacían, pero perdida en su propia ira
hasta reconoció que de aquello saber no sabía.
Prudente la creían pues leían que ella a reflexionar invitaba,
sin entender que meses atrás, un 8 de Brunario ignoraba.
Invitaciones a la prudencia Dulcinea rechazó
y con sendas piedras en cada mano respondió.
Respeto, amor y hermandad clama y su historia recordar pretende,
pero fingiendo es como Dulcinea ante sus fieles se defiende.
Quienes la conocen apuestan que su cortometraje servirá
para mañana justificar otras impertinencias que ambientar deseará.
Crepta la crisálida con su disfraz de mesura,
Luce con nuevos bríos, mas sin mucha dulzura.
Hibernar no logró, pero cual Orsa bravía pretende asomar,
sin percatarse cómo su nombre ante todos logra enlodar.
Fiel a la cumbiamba, Maria Isabel prende la vela santificada
Con delantal de voluntaria disfrazada y de comparsa acompañada,
Cierra los ojos, se sonroja y tartamudea su melodioso Do Re Mi
Baruj atá, que bueno está. Bore Perí, esa farsa no le comí
Pero la vida le sonríe y es hoy la mejor amiguis de quien jamás hubiera imaginado.
El “sabio de sabios” Tinder no ha usado, pero sus vidas ya se habían cruzado,
irónicamente, justo en el espacio que aquel malvado para ellos había organizado.
Tan les gustó, que volver, volver, volvieron y colorín colorado, esto casi ha terminado.
Pasado milenario orgullosos compartimos,
pero el futuro por senderos opuestos seguimos,
Aquel precepto de amor siempre recordaremos.
aunque sus perfidias olvidar no olvidaremos.
Algún día mirarán hacia atrás, "a rajatabla" igualados
Cual almas gemelas seguirán por caminos culebreros,
y en un vacio caerán con sus criterios pendencieros.
La desverguenza los juntó y a nosotros su traición nos hermanó".
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