top of page

Asuntos Felinos de Trabajo

Foto del escritor: Jack GoldsteinJack Goldstein



Por  Marlene Manevich

Para perder un empleo se necesitan algunas causales válidas que acusen al trabajador de cosas indebidas que ha realizado en su trabajo. Generalmente mandan antes un memo dando previo aviso de lo que puede suceder a futuro (atid).


No tengo mucho (arbé) conocimiento, ni mucha experiencia en esta temática, pues casi siempre he trabajado independiente y cuando tuve jefes, eran mis padres y los regaños eran como en la casa, así que no tuve mucho trato empresarial a ese nivel. Ahora a mi edad dorada, he conseguido trabajos cuidando niños y gente mayor (mebugarim), así que aunque tengo muchas libertades, dependo de alguien para realizar mis tareas. Tengo a mi cargo la responsabilidad y el cuidado de 2 niñas (ieladot) a las que tengo que cuidar como si fueran flores 🌹lo que significa, no lastimarlas, ni con el pétalo de una rosa.


Fui contratada expresamente para cuidar a las niñas. Oh sorpresa cuando llegué mi primer día de trabajo y encontré 2 gatos (jatulim). Uno es muy arisco y como les conté alguna vez, me agredió. El otro es juicioso y cariñoso. A veces se sale, pero logro entrarlo fácilmente y sin rasguños. Me ha conquistado, pues me busca para que lo consienta. No tengo que hacerles nada (clum), sólo darles comida cuando se acaba, como signo de prevención y el arisco se pone muy arisco. Es una señal de hambre y prefiero adelantarme y darles yo la comida, pues si espero a que lleguen sus dueñas, me puedo ganar un rasguño. Lo otro que me corresponde es no permitir que se salgan. Como ven no son tareas tan difíciles, pero el que es buena persona, perdón, buen gato, es un poco travieso y al menor descuido se sale. A ese lo puedo cargar sin ningún temor y devolverlo a su hábitat. El otro día (iom) se salió y bajó por las escaleras (madregot) más pisos de la cuenta. Yo estaba ad portas de ir a recoger a la niña grande (3 años) al tzaharon (actividades extracurriculares) y ya tenía a la chiquita en el coche. En ese momento mi mente era incapaz de tomar decisiones: voy por el gato y dejo a la chiquita sola en el coche a merced de nadie? Tenía el tiempo (zman) medido para llegar al gan (kinder) a recoger a la grande que no la podía dejar esperando.


¿Qué hago? Mi razonamiento me dijo que yo estaba contratada para cuidar a las niñas, lo del gato era por añadidura, así ellas lo amaran. Lo peor era que no sabía el nombre del gato y yo lo llamaba miau, gatico, pero no respondía al llamado. El más bravucón sabía que se llama James, pero en ese momento no me servía de nada la información. Yo sólo lo oía maullar. Tengo entendido que los gatos regresan al punto de partida. Así que me armé de valor, les escribí un mensaje (odaá) a las mamás, exponiéndoles la situación y me dispuse a salir con la niña pequeña rumbo al colegio.Cuando iba a mitad de camino, las amas de los gatos me sugirieron que dejara a la niña un momento sola y fuera por el gato. Esa era una posibilidad, que decidí no ejecutarla por dos motivos: uno, me imaginaba como en los cuentos de Rafael Pombo, yo persiguiendo al gato y como decía en sus versos, el gran escritor, y habrá francachela y habrá comilona. Y decidí no meterme en las páginas de ese libro. El otro motivo es que soy la esposa de un neumólogo pediatra que tiene a su haber un gran número de broncoscopias y ha sacado una cantidad ilimitada de objetos perdidos, lo que llamarían en el país del norte, lost and founds….. en los bronquios de esos pequeños que por accidente o curiosidad se tragan todo tipo de minúsculos objetos. Y la mamá me sugería que podía haber dejado a la chiquita un momento sola en elpiso y disponerme a buscar a Apolo.


No me pareció buena idea, por lo enunciado anteriormente y además mi prioridad es cuidar a las niñas, no a los gatos. Menos mal, el mensaje con la idea de lo que debería hacer, me llegó cuando ya iba a mitad de camino y mi decisión ya estaba tomada. Pensé que podía ser una causal para perder mi trabajo, pero mi conciencia estaba tranquila de haber hecho, lo que hubiera hecho cualquier abuela responsable, a costa de perder al gato…. y el empleo. Cuando regresé dispuesta a cumplir mi misión, (ya sabía que el gato se llamaba Apolo) y lo primero que hice cuando llegué a la puerta con las dos niñas, fue llamar a Apolo, quien apareció como por arte de magia y no me pasaron ningún memo anunciándome que perdería mi trabajo. Otra hubiera sido la historia, si yo hubiera dejado a la niña sola, por ir a rescatar al gato. A esa edad no se puede ni pestañear, así que me he ganado el título de abuela responsable. Yo misma me condecoré y ahora que lo pienso, nadie pierde un empleo por un gato

Comments


What Zelensky Can Learn from Netanyahu
Home sweet home
Asuntos Felinos de Trabajo
Mejoramiento humano: bioética, individuo y sociedad
Por un mundo mejor
From the Archives (2008): Israel’s Truce With Hamas Is a Victory for Iran
Otro invierno más
El silencio te hace cómplice
What was the idea?
Despetrificar
Death for Terrorists
Y sigue la guerra

Artículos por categoría

comente

Comentarios

Últimas publicaciones

Caravane_Marco_Polo.jpg

Radanita (en hebreo, Radhani, רדהני) es el nombre dado a los viajeros y mercaderes judíos que dominaron el comercio entre cristianos y musulmanes entre los siglos VII al XI. La red comercial cubría la mayor parte de Europa, África del Norte, Cercano Oriente, Asia Central, parte de la India y de China. Trascendiendo en el tiempo y el espacio, los radanitas sirvieron de puente cultural entre mundos en conflicto donde pudieron moverse con facilidad, pero fueron criticados por muchos.

Todos los derechos reservados @valijadeapocrifos.com

bottom of page